martes, 29 de junio de 2010

Historias de bicicleta de montaña, unas gafas y la Sierrezuela de Villafranca

Desde que en el 2006 me vine a vivir a Villafranca de Córdoba, no me he arrepentido en ningún momento, no solo por mi casita con chimenea, mi terracita de verano o lo agustito que estoy en el pueblo. Si no también por la sierra, la campiña y el río Guadalquivir.

Disfruto de todo lo que rodea al pueblo de mil maneras y una de ellas es con la bicicleta de montaña. Recorrer las extensas campiñas o subir a la sierra por las Ventillas, hace que cada día los problemas se pierdan y la vida siga.

Pues la semana pasada quedé con dos amigos: Antonio y Mario. Antonio es un colega de Córdoba que disfruta de estos caminos con nosotros y se escapa en cuanto puede para poder dar pedales por aquí. Mario es el crak de los libros, del pensamiento y el raciocinio, además del asombro de todo lo que puede aprender diariamente de cualquiera y miren ustedes si le gusta Villafranca que el tío se ha venido a vivir aquí.

Bien, la ruta planteada fue subir el puerto de las Mojoneras y coger la pista principal de la Sierrezuela para bajar al Arroyo Tamujoso. La subida dura, pero el nuevo mirador de Adamuz reconforta el esfuerzo. Continuamos y llegamos descendiendo a toda velocidad al Tamujoso un afluente del Guadalquivir estacional y que aun hoy tiene algunas pozas de agua donde poder refrescarte. Llegamos y decidimos darnos un baño, dejamos las bicis y nos metemos en una poza, con las bromas de tratar de mojar y meter en el agua a Mario se le caen las gafas de miope dentro de la poza...Ostras¡¡¡¡¡ Mario: "Tranquilo que la encontramos, solo tenemos que esperar que el limo se asiente"...10 minutos, la paciencia se nos acaba: el limo ni se asienta...

Finalmente decidimos coger e irnos buscando la carretera para que el amigo Mario pueda llegar a casa sin gafas pero completo. La banda blanca del arcén le sirve de referencia. Subida de las Mojoneras y bajada cauta a Villafranca.

"Bueno Mario, disculpame, que putada, tus gafas..." Le comento y le propongo que el sábado por la mañana podemos volver a subir e intentar buscar las gafas con unas de buceo y además el limo estaría asentado...

Sábado: "Operación Rescate de Gafas de Mario" Subimos por la Ventilla y bajamos al Tamujoso, llegamos a la poza en cuestión: Todo el agua tranquila y el limo asentado¡¡¡. Me pongo las gafas de buceo y sin tocar el suelo veo en el fondo algo brillante: "Coño las gafas de Mario". Buceo y las recupero. Final feliz.

Pues esta es la anécdota de la semana, otra historia para recordar de vez en cuando en la terraza o en cualquier bareto (si es en la sierra o mejor en el campo, pues ya ni os cuento...)


Mi bici, con parte de la sierra y la campiña al fondo.

El amigo Mario con las gafas rescatadas después de 48 horas de perdida.

Saludos, Ivan.

1 comentario:

  1. A la próxima me apunto compañeros... aunque de aquí en adelante tendremos que llevar la careta y las chapaletas por si acaso... Y Mario, del color de la bicicleta por supesto...

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