5:45 de la mañana de un día de verano cualquiera, laboral o festivo, da lo mismo. Suena el despertador. Todo preparado: la bici en el coche, la bolsa del agua lista, la ropa lista...¿Para qué?. Pues he quedado con mi amigo Víctor para salir en la bici a las 6:20 de la mañana en el Campus Universitario de Rabanales.
Este sistema de disfrutar de la bicicleta se lo ha inventado Víctor, me lo propuso y en un principio a mi me pareció de locos, pero lo he probado varios días y no esta mal. Es cierto que vas un poco a contrarreloj, pues a las 8:00 tenemos que estar en el trabajo, pero por ahora llegamos frescos, duchados y sobrados de tiempo. Bien despiertos para poder currar, que contrario a lo que podría parecer os aseguro que la activación mental y física que llevas da mucho juego para empezar el día con muy buen humor.
La sierra a esas horas está fresquita y casi, casi a oscuras, pero poco a poco la claridad va saliendo. Lo que más me gusta de realizar deporte a estas horas es que ves y sorprendes a algunos animalillos que aun no se han ido a la cama después de una buena noche de campeo. Como le pasó al jabalí, que sorprendimos el otro día, en un charco y que corrió delante nuestras bicis durante al menos 25 metros para después pararse en seco y hacernos frente: Menudo sustillo nos dio el marranete...
La verdad que con las temperaturas que tenemos por Córdoba, a estas horas de la mañana el esfuerzo merece la pena sin dudarlo un momento, por ello os lo recomiendo, aunque como ya he dicho parezca una cosa de locos, pero el saludar al sol a esta hora de la mañana tiene sus ventajas.
Amanecer en Córdoba. La foto no es mía y la he extraído del siguiente enlace: http://farm4.static.flickr.com/3387/3598324377_d3011cd025.jpg
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