Una señal, un sonido, ronco, estremecedor en los barrancos de sierra morena: la berrea.
Esta señal, me activa faunisticamente hablando, pues empiezo a retomar las salidas, los prismáticos al cuello para buscar y escudriñar el campo.
No deja indiferente a nadie. La recta final del verano, el paso del otoño y la llegada a nuestra querida Andalucía de miles de aves invernantes hacen que mis ganas de salir y pasar horas con los que quiero empiecen lo antes posible.
Saludos, Ivan.
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