viernes, 30 de septiembre de 2011

Pasión por el campo y el cordero.

Esta semana he ha asistido a las III Jornadas Organizadas por Asaja sobre el sector ovino cárnico. El objetivo fundamental era por un lado hacer contactos y aprender conceptos básicos de cara al desarrollo del Proyecto Life en el que trabajo. Los ganaderos constituyen uno de los colectivos diana fundamentales e importante de todo este proyecto de base social. Si lo que queremos es intentar luchar por erradicar el veneno del campo, el trabajo de psicología ambiental que se ha de hacer puede que no tenga límites. Para ello como os decía la formación en el sector ganadero y más dentro del Valle de los Pedroches es fundamental.

A la cita se ha invitado a ponentes de calidad excepcional, con charlas adecuadas al auditorio y cercanas a todos los que nos reunimos en el IFAPA de Hinojosa del Duque.
La crisis no pasa de largo por el sector ovino, a pesar de que este año los precios del cordero han subido y han sido algo más favorables y muchas pequeñas explotaciones han tenido que cerrar. La falta de innovación, los costes añadidos, la planificación y la gestión de estas explotaciones puede estar detrás de alguno de estos finales de actividad.

El sector ovino cárnico puede ser uno de los sectores, que en modalidad extensiva pueda estar más cerca del concepto de Desarrollo Sostenible, pues la gestión del mismo responde a la filosofía o definición de sostenibilidad a la perfección.

La reforma de una PAC a las puertas del 2013, genera dudas por modelos anteriores desaparecidos, pero potencia por ejemplo la no “deserción” de los jóvenes de aldeas y pueblos, con arraigo ganadero.

De todo lo que oí en esta jornada, lo que más me sorprendió fue que el producto natural que se está obteniendo, ha caído en picado en concepto de consumo por los españoles. Vamos que a todas luces es un producto para ocasiones especiales y no se integra dentro de nuestra dieta mediterránea como el cerdo o la ternera. Una pena, pero es así.

Un paseo por el Valle de los Pedroches y podréis contemplar algunos magníficos rebaños de ovejas, pastando y descansando bajo alguna vieja encina. A sus lomos, alguna garcilla o urraca surfera.

Desde pasión por el campo os animo al consumo de esta carne, pero mirando la letra pequeña del origen, para que no solo sea un producto cordobés o andaluz, sino que sea un producto español.



Saludos, Ivan.

martes, 27 de septiembre de 2011

Otro fin de semana cualquiera...en Andalucía.

El viernes por la tarde, dando un paseo por la Sierrezuela de Villafranca me encuentro a dos chavales con un detector de metales por la zona de las trincheras que hay en esta sierra. En un primer momento iba a pasar de largo solo diciendo hola, lo pienso y decido acercarme y charlar con ellos. Intercambiamos impresiones de donde hay más restos de la Guerra Civil en esta zona y es que por muy dura que fuera esta parte de historia y patrimonio se está perdiendo. Con el detector de metales y mientras hablamos salen: proyectiles del calibre Mauser, metralla de morteros de origen italiano y algún que otro peine porta-balas. Tengo la suerte que durante esta conversación nos pasan por lo alto un bando de unas 200 cigüeñas blancas con clara dirección hacia el Valle del Guadalquivir.

El sábado temprano, hemos organizado un viaje relámpago hacia Tarifa, para dar una vuelta a la migración. Primera parada desayuno con un estupendo mollete en el Área de Servicio del Cuadrejón, lo comento porque merece la pena pararse. Está ubicada en la autopista de Sevilla-Cádiz. Después llegamos a Tarifa y recogemos al resto de compañeros. Primer Observatorio: Trafico. El día es inmejorable con poco aire y las perspectivas de observación se hacían realidad con cada planeo de culebreras y calzadas. Cuando menos lo esperamos, un juvenil de Imperial nos deleita con su vuelo. Abejeros y azores también hacen acto de presencia. Bajamos al nuevo observatorio de Punta Camorro. Desde allí los Calderones y los Delfines aparecen en medio del Estrecho. Cigüeñas negras, alimoches y algún que otro bando de abejarucos despistados.

Hora de comer. Aprovechamos las instalaciones militares abandonadas de Punta Camorro para tomar un bocata y continuar para ir a la playa de los lances. Un flamenco, correlimos tridáctilos, correlimos común, chorlitejos, charranes patinegros y alguna que otra gaviota está al sol. Sin esperarlo una silueta…a toda velocidad intenta pillar a un correlimos. En un primer momento un gavilán, cuando sale del contra luz un halcón peregrino. Pudimos disfrutar de esta rapaz cuando se posó sobre una torreta eléctrica.

Domingo, nuevo cambio de ubicación: Laguna del Salobral, a los piés de la Sierra Subbética. Decido darle la vuelta al todo el perímetro. Telescopio y prismáticos a cuesta comienzo a andar por una olivar. Una liebre, dos y pajarillos. Busco posiciones que me permitan mirar a la laguna. Rastreo las orillas y veo, fochas, muchas fochas, ánades reales, porrón común, malvasías, gallinetas de agua, alguna pareja de somormujos y garzas reales. Una sombra bajo un olivo me permite acomodarme y escudriñar los tarajes. Me propongo que algo menos común tengo que encontrar. Para mí la sorpresa es que localizo una garcilla cangrejera y una pareja de raros porrones pardos.

En fin, de nuevo un fin de semana cualquiera…



Saludos, Ivan.

martes, 20 de septiembre de 2011

De nuevo septiembre…

Planes futuros, coleccionables interminables, vuelta al cole, reducción de horas de luz, el calor se va, las mañanas fresquitas empiezan…Estas pueden ser algunas de las características de septiembre más conocidas por todos, pero en el campo algo cambia y no pasa desapercibido para nadie. Creo que la mayoría de los españoles no tendrán su casa a más de 100 km de un lugar en el que el ciervo esté presente. De tal manera que podrá disfrutar de la berrea y de estos primeros sonidos de otoño sin muchos problemas.

Ya lo narré el año pasado, pero para mí septiembre, la berrea, el otoño…suponen la entrada de nuevos proyectos de viajes naturalísticos, el comienzo de una nueva temporada de acuáticas, del regreso de las grullas, de los ánsares, tiempo de setas, maduración del fruto del madroño, castañas…

Espero que esta nueva temporada pueda disfrutar con muchos de vosotros en el campo.



Saludos, Ivan.

El Estrecho en plena migración: Beach BirdWatching

Una semana por delante de descanso, para rematar el verano y empezar bien el otoño. ¿Dónde ir? Sin dudarlo: El Estrecho de Gibraltar. ¿Qué podemos encontrar para disfrutar una semana? Se podrían decir mil cosas, pero solo os dejo alguna de las que yo he realizado: Playa, Ruinas de Baelo Claudia, seguimiento de la migración, chiringuitos a pié de playa, salida en barco para la observación de cetáceos y aves marinas, visita a Gibraltar…

El Parque Natural del Estrecho es uno de mis lugares preferidos para la observación de aves, es sin duda donde aprendí a diferenciar muchas planeadoras a partir de que en el 2004 fuera voluntario del Programa Migres. A poco que os lo propongáis, en un fin de semana, la lista de planeadoras que podéis ver en plena migración podrá llegar a una 20 de especies. El ambiente en los observatorios es cordial y con gente muy variada, extranjeros, voluntarios, domingueros, pero si no se tiene pereza a la hora de hablar y charlar la experiencia bien merece la pena.

Este Parque Natural, ofrece avistamiento de aves planeadoras, marinas, limícolas y si llegamos a la Janda algunas esteparias y aves acuáticas.

Durante esta semana he puesto en práctica, una vez más, el “Beach Birwatching” desde mi toalla en alguna de las playas de esta costa y he podido disfrutar viendo águilas pescadoras, halcón peregrino, gavilán, abejeros, alimoches, buitres leonados, correlimos tridáctilos y algún que otro charran patinegro.

Una de las actividades que he realizado esta semana ha sido la del avistamiento de cetáceos y por supuesto a pesar de ir en un barco de pequeña eslora, con lo que conlleva el movimiento de las olas, me he llevado los prismáticos y mientras el personal se afanaba en ver delfines mulares, listados y comunes, yo he disfrutado de los paiños, pardelas y un págalo grande que despegó delante de mis narices.
Desde mi blog os animo a buscaros un hueco y piraros para allá, pues la experiencia bien merece la pena.

Saludos, Ivan.



Herramientas necesarias para el Beach BirdWatching: Pareo y pritmáticos.



Alguno de los alimoches que en anteriores años me paso más cerquita que en esta ocasión mientras tomaba el sol.