Nuevo
destino en el año 2012 para disfrutar y desconectar del mundanal ruido diario.
Carmen y yo ya habíamos realizado en el 2005 un viaje por una isla, Madeira,
con el sistema de coche de alquiler y dividiendo la misma ir visitando cada uno
de os lugares más interesantes que nuestra guía nos facilita.
Elegimos
Cerdeña, isla mediterránea italiana con enormes acantilados, aguas turquesas y
kilómetros de carreteras por valles y montañas espectaculares.
20 de Julio de 2012:
Realizamos
sin problemas el enlace Villafranca de Córdoba-Madrid en coche, una parada en
el camino y llegamos a nuestro aparcamiento que nos trasladan a la misma
termina T1 de Barajas. El vuelo dura escasamente unas dos horas y media.
Llevamos libros de lectura, pero el sueño se apodera de nosotros y la
cabezadita es inevitable.
En la
llegada al aeropuerto de Cagliari, la capital de Cerdeña, sobre la misma pista
de aterrizaje las cornejas cenicientas son las primeras aves que veo.
Arreglamos
el tema del coche de alquiler y nos endiñan un FIAT 500. Bastante manejable
pero escaso de motor 1.2 gasolina, “pelao y mondao”. Nos hacemos con los mandos
del vehículo rápidamente y nos trasladamos a nuestro primer Bed and Breakfast
en el pueblo de Iglesias.
Por el
camino, Busardos ratoneros y cernícalos vulgares en los postes de la
carretera.
La isla
de Cerdeña, como isla mediterránea no es más diferente que nuestra Andalucía,
pues su configuración geográfica y geológica hace de ella una mezcla entre el
Parque Natural del Estrecho y las zonas calizas de los Parques Naturales de
Cazorla, Segura y las Villas. También en algunas regiones aflora el granito,
recordándome a los Parques Naturales de Cardeña-Montoro y Andujar.
La
vegetación se compone de mucho lentisco en las zonas del sur, mientras que en
las zonas del interior los buenos alcornocales se alternan con fresnos. Los
madroñales también son protagonistas en muchas partes de la isla además con
colores verdes muy intensos, sobre los pastos secos del verano.
Llegamos
al Bed and Breakfast de La Babbajola en Iglesias. Piso antiguo bien cuidado y
con estilo rural en el centro del pueblo. Nos ubicamos y damos una vuelta por
el centro, es viernes y hay mucha vida en la calle: teatro de títeres,
pasacalles, y puestecillos ambulantes. Una primera pizza es la cena del día.
Iglesias
es un pueblecito con muchas "chiesas" (iglesias) y un buen recinto amurallado.
Pueblo minero que hoy día desborda toda su economía en el turismo.
Centro del pueblo de Iglesias
Una de las torres del recinto amurallado de Iglesias.
Al igual que muchos otros rincones mediterráneos las flores abundan en los balcones de Iglesias.
21 de julio de 2012
Después
de un cutre desayuno basado en un capuchino y un cruasán de crema, salimos
hacia el pueblo de Portovesme donde vamos a embarcar para llegar a la Isola di
San Pietro. La idea es trasladarnos a esta isla para intentar poder ver la
colonia de Halcones de Eleonora que están a punto de criar y aprovechar el paso
otoñal de los paseriformes migradores. En el embarque subimos a cubierta y de
nuevo como el amigo Gorka Ocio me enseño escudriño las olas y el horizonte
buscando todo tipo de bicho marino. Tan solo un cormorán grande me saluda.
Abandonando el puerto de Portovesme en dirección a la Isola di San Pietro.
La Isla
de San Pedro es un Lugar de Interés Comunitario, cosa que no es de extrañar si
ya los romanos la llamaron: Accipitrum.
Según cuentan, el nombre de la Isla viene de
cuando San Pedro se quedó aislado en su traslado hacia Cagliari.
Llegamos
a Carloforte y a pesar de tener claro dónde ir a ver los halcones, preguntamos
en el kiosco de información y nos indican donde está Cala Fico. Nos dan un
planito y sobre nuestro FIAT 500 salimos. Carloforte es un pueblecito pesquero
pequeño bastante pintoresco. Salimos y los primero que nos tropezamos es una
pequeña salina repleta de flamencos,
gaviotas de audoin, avocetas, cigüeñuelas e incluso una colonia de garcetas
grandes.
Tomamos
la carretera oeste y vamos subiendo entre pinares hasta llegar a ver Cala Fico.
Ya desde donde aparcamos oímos a los halcones de Eleonor. Vuelos vertiginosos,
van y vienen, picados y en algunos momentos cuento hasta 15 halcones. Bajamos
al campo base de la LPO, que es la encargada de la zona de reserva y en la que
se desarrollan trabajos de voluntariado. Cala Fico es un lugar excepcional para
el buceo. Una pareja de Cernícalos Vulgares también nos
deleitan al igual que el roquero
solitario y tres cuervos a los que los Eleonora empiezan a darles caña.
Cala Fico, sobre el roquedo central de la imagen es donde se asienta la colonia de halcones de Eleonor.
Un cartel de la LIPU que nos indica que es lo que están haciendo por la especie en esta zona.
Esta son las aguas de Cala Fico, un placer pegarse un baño mientras los Eleonor pasan por lo alto.
Volvemos
sobre nuestros pasos y comemos nuestro primer “ Panini” en Carloforte, después
antes de volver a embarcar nos vamos en busca de la primera de las calas de
aguas turquesas: “Punta della Colonne”.
Cala de Punta della Colonne
Desde
Carloforte tomamos otro ferrys, pero en dirección a la Isla de Sant´Antioco.
Queremos aprovechar la tarde bajando hacia la zona de la costa sur de Cerdeña. Bajamos
en Calasetta y un puesto ambulante de fruta nos anima a comprar por 1,50 euros
un kilo de fruta: peras, ciruelas y nectarinas.
Salir
de esta isla se hace por unas enormes salinas que albergan cantidad de aves
acuáticas. En nuestro caso no paramos pero flamencos,
cigüeñuelas y algunas gaviotas no pasaron desapercibidas.
Buscamos
la Cala de Pisscinni, donde esperamos la caída del sol. Esta zona también es un
Lugar de Interés Comunitario y en él se ha desarrollado un Proyecto Life +:
“Conservación y Restauración de los hábitats dunares”.
Cartel sobre el proyecto: “Conservación y Restauración de los hábitats dunares”.
Puesto
que estamos de relax, pero llevo los prismáticos, en alguna ocasión casi me
comparo con esos militares estadounidenses que llevan su M-16 colgado hasta en
el comedor de la base en la que operan, busco en el horizonte a ver si veo
alguna que otra cosa interesante: los cormoranes
grandes van y vienen, pero un poco más al fondo, tengo que montar el
telescopio para poder ver pardelas
baleares y cenicientas aprovechar las corrientes de aire sobre las
olas. Termina de caer el sol, recogemos y vuelta a Iglesias.
22 de julio de 2012
De
nuevo desayuno “patatero” de capuchino y cruasán. Tomamos dirección al interior
hacia Fluminimaggiore. La carretera es espectacular, con mogollón de curvas
pero con uno de los mejores alcornocales que he visto en mucho tiempo. Llegamos
a la entrada de la Grotta su Mannau pero no pagamos los 10 euros que cuesta. Se
trata de una cueva de origen calizo, nos conformamos con ver el centro de
visitantes.
Continuamos
hacia Fluminimaggiore, pueblo que dispone de murales reivindicativo de épocas
pasadas relacionadas con la minería de la comarca. Existe en el pueblo un museo
etnográfico en un molino de agua harinero que visitamos. El interés por saber
si hay diferencia entre nuestra etnografía y la sarda nos llama la atención.
Poca o escasas diferencias existen, aunque disfruto de cosas que no había visto
nunca, como algunas curiosas trampas para roedores, o herraduras para las bestias
sobre todo el casco. Descubro el nido de un paseriforme sobre uno de los focos
que ilumina las palas del antiguo molino.
Murales de Fluminimaggiore
Herraduras en el Museo Etnográfico de Fluminimaggiore
Silo casero para el almacenaje de grano
Nido de paseriforme sobre lampara que ilumina las palas del antiguo molino de agua.
Salimos
de este pintoresco pueblo en dirección a Villacidro. Nos hablan de una
“Cascata”, un gran salto de agua entre moles de granito. Llegamos y el lugar
está vacío. Un bareto en una esquina y dos turistas comiendo. Subimos los
escasos 300 metros de camino hacia la cascada y está seca. Nos hacemos a la
idea de lo que sería todo un espectáculo.
"Cascata" de Villacidro seca durante el estío.
En el
cielo tengo tiempo de ver una culebrera,
ratonero, roquero solitario y avión roquero.
Nuestra
próxima parada nos lleva a Costa Verde. Para ello visitamos antes la zona
minera de Montevecchio y bajamos con nuestro FIAT 500 una pista de unos 20
kilómetros en los cuales ponemos a prueba nuestra pericia conduciendo por
caminos quebrados. Entendemos porque a esta parte de la isla se le llama Costa
Verde, el color intenso del matorral noble de lentisco lo inunda todo.
4 euros
por aparcar el coche antes de la playa. Las sabinas desafían el fuerte viento y
se tumban anclando las raíces en la arena. La enorme duna, nos recuerda que
Valdevaqueros existe. Nadie se baña. Bandera roja y fuerte oleaje. Una gaviota de audouin solitaria aguanta el
envite del fuerte viento.
Una de las enormes dunas de Costa Verde.
El fuerte viento de la costa oeste tumba incluso a los más fuertes.
Recorremos
la costa en dirección a Iglesias y visitamos Bugerru, pueblo costero minero con
un mirador espectacular, donde un papamoscas
gris y el roquero solitario están presentes.
Cala
Domestica es una de esas paradas obligatorias pero el fuerte temporal la hacen
inhabitable estos días. Los vencejos pálidos
y reales se dan cita en esta zona de la isla.
Según nuestra
guía Masua es una de las zonas costeras mineras más impresionantes y así lo
descubrimos al llegar. Una enorme masa de caliza separada de grandes
acantilados da dulzura a la puesta de sol.
Se trata del Scoglio Pan di Zucchero, donde hay una enorme colonia de vencejos pálidos y reales.
Perfecta puesta de sol delante de la mole del Scoglio Pan di Zucchero
23 de julio de 2012
Tercer
y último desayuno “triste” del viaje y salimos pitando hacia la provincia de
Oristano. Nuestra primera parada nos lleva a recorrer un paisaje
estepario-cerealista, donde los cernícalos
vulgares, cornejas y alguna que otra cogujada se dejan ver.
Llegamos
a las cercanías de Oristano y buscamos la carretera que nos lleva a Arborea.
Vemos el enorme Stagno di Santa Giusta a nuestra derecha, aunque nuestro primer
objetivo es el Stagno Ena Arrubia. Una
pista nos sale a la derecha. Es accesible y desde ella vemos gaviota patiamarilla, audouin, zarapitos
en vuelo, abejarucos, carcetas comunes, garceta grande, charranes comunes,
flamencos, cigüeñuelas, fochas comunes y una hembra solitaria de aguilucho
lagunero.
Aspecto estival del Stagno Ena Arrubia
Cartel del Lugar de Interés Comunitario del Stagno di Cabras. Un buen lugar para intentar ver el águila pescadora.
Salimos
desde Stagno Ena Arrubia y vamos Is Arutas a disfrutar de la playa. Y volvemos
a pagar aparcamiento. En esta ocasión o pagas por dos horas, por cuatro, por
seis o por todo el día. Pagamos por cuatro horas. Esta playa dispone de aguas
turquesas bastante frías pero con una “arena” bastante especial: se trata de
cuarzo blanco redondeado por el agua. Hace años esta arena se expoliaba para
acuarios y se trasladaron camiones y camiones hacia Costa Esmeralda, hoy está
totalmente prohibido llevarse ni un solo grano tal y como lo indican en la
entrada.
Is Arutas, una playa de encanto.
Cuarzo que forma la arena de Is Arutas.
Disfrutamos
de una tarde agradable de sol y playeo. Destaco el pollo de cernícalo vulgar que no dejaba de
insistir a sus padres para que les diera comida. Recorrí la zona y encontré el
nido de la pareja ya abandonado pero con gran cantidad de presas: huesecillos y
sobre todo conchas de caracoles.
Nuestro
recorrido continua y llegamos a Bosa. Destino final de este día. Puesto que no
llevamos nada reservado, preguntamos en el B&B la Torre de Alicia y queda
una habitación. La reservamos, nos acomodamos y damos una vuelta por las
estrechas calles del pueblo.
La Torre de Alicia un buen lugar para el descanso.
Puente sobre el río Corte en Bosa.
El pintoresco municipio de Bosa desde la otra orilla del río.
La corneja cenicienta una de las aves más comunes en Cerdeña.
24 de julio de 2012
Bosa es
un pequeño pueblo pintoresco de casa espigadas y estrechas que desde el otro
lado del rio le dan un aspecto muy peculiar siendo uno de los pueblos más
bonitos de todo el recorrido que hemos realizado. La altura de las casas y la
estrechez contrasta con el colorido de las fachadas: azul, amarillo y verde
entre otros.
El
desayuno, esta vez sí, es bueno, con variedad de pastelillos, pan, mermelada…A
pesar de todo, empezamos a echar de menos una simple tostada con aceite y
tomate.
La
salida del pueblo de Bosa hacia Alghero nuestro próximo destino, paralelos al
rio que casi divide el pueblo en dos y en su margen izquierda hay una zona de
cañas y carrizos interesantes donde las garcetas
comunes y las garzas reales se atiborran de peces.
Abandonado
Bosa, la carretera transcurre en paralelo a la costa durante unos 45km. Nos
dicen que es espectacular y tenemos las expectativas muy altas, pero finalmente
nos han gustado mucho más los recorridos realizados en la Costa Sur.
Ornitológicamente el recorrido pasa al lado de una de las dos únicas colonias
de Buitres Leonados que quedan en Cerdeña. Incluso puedo averiguar que ya en
1977 se empezaron diferentes trabajos para recuperar la mermada población de la
isla. La operación de “hacking” se realizó con buitres procedentes de España y
Francia, hoy día unas 100 parejas quedan en estos dos núcleos reproductores.
Alghero
es un pueblo marinero, turístico 100% y rodeado de un típico paseo marítimo
desde el que se ven los grandes ferrys y cruceros. La zona antigua dispone de
muchas tiendas de suvenir y la catedral tiene todos los tintes de su antigua
influencia aragonesa.
Alghero una de las ciudades más turísticas de Cerdeña.
Cormorán grande en las rocas del paseo marítimo de Alghero.
El
paseo marítimo permite el caminar tranquilo y relajado por toda la antigua
fortaleza del centro histórico y es posible ver en las rocas algún que otro cormorán grande y gaviota patiamarilla
tomando el sol.
El
siguiente punto del camino está en el Capo Caccia, dentro de una zona de
reserva ambiental declarada Parque Natural. En Capo Caccia la caliza aflora por
los cuatro costados y los enormes acantilados caen al mar. Bajamos los 659
escalones que nos llevan a la Grotta di Nettuno. Una magnífica cueva caliza a
ras del mar. Después de bajar hay que subir, por lo que acumulamos otros 659
escalones.
Escalinata para llegar a la Grotta di Nettuno.
Aspecto del interior de la Grotta di Nettuno, estalactitas y estalagmitas por todos lados.
Aprovechamos
el bar que hay a la entrada de la escalinata que lleva a la gruta y tomamos un
refrigerio. Mientras nos sienta de maravilla la bebida, contrasto en un
saliente de un acantilado cercano una silueta. Se trata de un halcón peregrino que está tomando
el aire. Me da tiempo de montar el telescopio y como dice mi amigo Rafa
Porrino, hago “cutrescoping” con el móvil de Carmen.
Halcón peregrino en Capo Caccia.
Hora de
playa, el destino está en la Torre del Porticciolo al norte y en dirección a
Sassari. Es una cala tranquila con pocos turistas y grandes cantos rodados en
el agua, por lo que los “bailes” para entrar y salir del agua se sucede,
haciendo reír a más de uno por los incontables resbalones del personal. De nuevo, una pareja de cernícalos vulgares nos deleita la tarde, al igual que la curruca sarda y una pareja de cornejas cenicientas.
La cala de la Torre del Porticciolo
Hoy
pretendemos dar un buen tirón de coche para poder llegar a la costa este pero
antes queremos visitar el Lago Baratz. Es el único lago natural de Cerdeña y
según mi guía de Birdwaching merece la pena pararse. La “primera en la frente”,
el Centro de Visitantes cerrado, son las 18:00. En la puerta mogollón de
basuras y contenedores llenos. Nos adentramos por la carretera sur que lo
bordea y vemos un claro, paramos el coche y desde la orilla prácticamente
podemos disfrutar de algunas aves: fochas,
porron común, aguilucho lagunero, cerceta común, zampullín chico, somormujos y
alguna que otra garceta común.
Lago Baratz el unico de los lagos naturales de Cerdeña.
He de
decir que en general la isla está bien cuidada desde el punto de vista
paisajístico, aunque en determinados lugares la basura, los papeles, las
escombreras se encuentran como si fuera algo habitual. Las cunetas de las
carreteras al igual que las españolas son verdaderos vertederos. Todo esto
contrasta con las magníficas aguas que tiene la isla, pero he aquí, un punto
muy negativo para este viaje.
Entrada al Centro de Visitantes del Lago Baratz. La imagen habla por si sola.
Continuamos
nuestro viaje hasta la zona este de la Isla pasando por poblaciones como Nouro
y pasamos por poblaciones como Olina, coronada por una enorme sierra de caliza
que alcanza los 1600 metros sobre el nivel del mar.
Un "nuraghe" cerca Nouro. Hay bastantes contrucciones de estas por la isla, en principio fueron las primeras contrucciones de los primeros habitantes de Cerdeña.
La primera de las opciones
era parar en Dorgali, pero la guía de Cerdeña que llevamos nos recomienda
localizar el “Agriturismo” Nuraghe Mannu. Un agriturismo es una especie de
granja rural donde es posible alojarse y degustar productos naturales de ese
lugar. En nuestro caso y puesto que este agriturismo se dedica al ganado
caprino, los productos que puedes degustar son cabrito, leche de cabra, yogurt
de cabra, etc.
Pedimos
una habitación, de nuevo llegamos los últimos y nos quedamos con la única de
las habitaciones que quedaba. Decidimos cenar en este agriturismo, en el cual
nos cobran 100 euros la pareja e incluye también el desayuno.
La cena
fue estupenda y merece la pena que os detalle los platos que degustamos en las
tres horas que duró…
-Tabla
de entrantes con queso, aceitunas, panceta y jamón.
-Tomate
con queso de cabra fresco.
-Ensalada
de oreja de chivo.
-Ravioli
con tomates.
-Cabrito
en salsa.
-Cochinillo
al horno.
-Pastel
sardo de empanada de mus de limón.
-Tajaditas
de sandía fresca.
-Café-Tea.
-Chupito
de licor dulce o amargo.
Toda
una cena baja en calorías e ideal para tener sueños felices…
25 de julio de 2012
Si la
cena fue espectacular, el desayuno tampoco se quedó corto con pastelillos,
yogurt de cabra, café con leche de cabra, miel, panecillos, mermelada y
mantequilla.
Aproveche
algunos momentos antes de partir, para disfrutar de los paseriformes como la curruca sarda, el pinzón real, herrerillo
y carbonero. También algún mirlo
y arrendajo se dejaron ver por el complejo.
Salimos
en dirección a Cala Gonone, un puerto marítimo repleto de turistas para poder
embarcar en pequeños barcos para ir a las calas de Costa Esmeralda. Nuestra
primera parada del día era intentar llegar al yacimiento arqueológico de
Tiscali.
Desde
lo alto de la sierra, baja una carretera a un espectacular valle. Las indicaciones
que tenemos que seguir son Gola su Gorropu uno de los cañones calizos más
grandes de Europa.
El
camino para los vehículos finaliza y seis kilómetros te separan de Gola su
Gorropu. Como esto de los cañones ya conocemos más o menos de que va, decidimos
ir al poblado de Tiscali. Según nuestra guía el camino es sencillo y solo se
tardan una hora y cuarenta minutos en llegar. La señalización del mismo es por
flechas de color rojo. Nos aventuramos y empezamos la caminata. Piedra arriba y
piedra abajo, galería de vegetación cerrada. La humedad es elevada debido a que
estamos en el supramonte y aquí no es raro que a lo largo del día caiga un
tormentazo y los arroyos corran. Llegamos
al abrigo de una primera cueva y vemos siete pinturas rupestres. Están pintadas
en grupos, dos de estos grupos albergan las mismas imágenes que nos dan a
entender que son: pez y flecha. Mientras que hay un tercer dibujo que es
diferente y representa un trazo largo y el sol.
Parte del valle donde se encuentra el yacimiento de Tiscali.
Carmen señala una de las pinturas que encontramos y que el tío que nos cobró los cinco euros/cabeza no tenía ni idea de que estaban allí.
Seguimos
subiendo y llegamos al yacimiento de Tiscali. No nos lo creemos pero en lo alto
del yacimiento hay un tío que nos cobra cinco euros/cabeza por verlo. Nos dan
un folio en español que nos cuenta un poco la historia del lugar:
“Tiscali
fue el asentamiento de un pueblo que huyó de la invasión romana, se refugió en
la montaña y se quedó relegado a los antojos de la naturaleza, no podían
acumular agua, tener animales, etc, pues la dolina sobre la que se asienta no
es lo suficientemente grande como para ello. El poblado se deshabitó y en 1900
lo encontraron intacto después de tantos años escondido en lo profundo de estas
sierras. Lo expoliaron llevándose la cerámica, y restos de metales, e incluso
derribaron las paredes de las 40 chozas que su zona norte albergaba”.
Resto de las paredes de algunas chozas del interior de la dolina en la que se encuentra el yacimiento de Tiscali.
La
bajada la hacemos de manera algo más cómoda y abandonamos el lugar tomando un
baño en el rio Flumineddu.
Parte del camino que conduce a Tiscali.
Reconstrucción particular de un "nughare" con su cubierta vegetal de brezo.
Salimos del valle y recorremos la espectacular
carretera de montaña SS125 en dirección a Arbatax. Donde nos paramos para tomar
otro baño junto a un afloramiento de granito rosa: "Rocce Rose", en el cual los
chavales de la zona hacen filigranas en el aire antes de entrar en el agua. Una
vez más una pareja de cernícalos
vulgares están por la zona, al igual que los aviones roqueros, los vencejos pálidos y aviones comunes. El
macho de vulgar se posa y nos deja hacerle algunas fotos.
"Rocce Rose" en Arbatax donde pegarse un baño es todo un lujo.
Cernícalo vulgar acicalándose las plumas al margen de los bañistas de "Rocce Rose".
Continuamos
nuestro recorrido y llegamos a Cagliari. Buscamos alojamiento y descansamos de
este día.
26 de julio de 2012
Buffet libre
en el desayuno del Hotel Quadrifoglio, con tostador incluido, por lo que solo
nos falta en aceite y el pan para poder sentirnos como en casa.
Hoy
tenemos previsto dejar nuestro FIAT 500, por lo que aprovechamos la mañana para
ir a la zona de las Calas de Chia. Para ello
salimos de Cagliari por unas enormes salinas y bordeando el Stagno di Cagliari
dedicado a la pesca. En las salinas, de una extensión enorme, los flamencos están por todas partes.
Esta carretera dispone de muchos apartaderos para poder disfrutar con el
telescopio de una rica y variada lista de aves acuáticas.
La
carretera que lleva a Chia es la que más tráfico soporta en estos días, pues es
la única salida a las playas de esta zona desde la capital de Cagliari.
Buscamos
la Torre de Chia y antes de entrar un laguneto a la derecha alberga cerca de
100 flamencos, algunas patiamarillas y cigüeñuelas.
Torre Chia y sus cristalinas aguas.
El "snorkel" en estas aguas es una de las actividades más sencillas de practicar en las calas y playas de Chia.
El agua
en esta zona es turquesa y en contraste con las playas del oeste son algo más
calmadas y con mayor temperatura por lo que bañarse en ellas es toda una
experiencia.
Por la
tarde dejamos nuestro vehículo de alquiler y disfrutamos del atardecer en el
caso antiguo de Cagliari. Una mezcla de comercio, cultura y diversión inunda
sus calles en este tiempo.
Terraza y vistas de Cagliari desde su fortaleza.
Vistas desde la Torre del Elefante en el barrio Judío de Cagliari.
27 de julio de 2012
Solo
tenemos tiempo de tomar nuestro desayuno realizar las últimas compras basadas
en pasta sarda y quesos, para trasladarnos al aeropuerto de Cagliari. Dos horas
y media nos separan de Madrid.
Fin del
viaje, que ha merecido la pena en sus 1400 km recorridos, las siete playas
disfrutadas, las pizzas, las aves, sus
espectaculares bosques mediterráneos, sus acantilados…un lugar más que
recomendable para todos.
Saludos
Ivan.