El domingo pasado, en una mañana de niebla y con aparente probabilidad de que lloviera, nos juntamos Emilio, Alberto, Fernando y yo para salir a dar una vuelta por los alrededores de Villafranca y Adamuz.
Lo primero y como siempre desayunar, que para esta ocasión he de comentaros que no fue nada del otro mundo: no hubo tostadas¡¡¡ El bar no tenía pan, por lo tanto cafe con una mierdecilla de magadalena y petroquímica de chocolate. Este bar tachado de la lista de "Bares con encanto para salir al campo".
Bueno después, nos fuimos buscando nuestra primera parada el Salto de Adamuz. Donde pudimos ver el vuelo del Aguilucho Lagunero, Calamones y alguna que otra Gallineta. En mi blog ya he hablado de este lugar y cada vez que vuelvo me gusta más, pues es una zona húmeda muy completa al estar rodeada de monte mediterraneo puro. La cuestión es, que le hace falta un par de miradores para poder disfrutar de lo lindo de las aves del paraje. No solo las acuáticas se dan cita aquí. El Buho Real, el Águila Real y la Perdicera sobrevuelan la zona. Antes de marcharnos el vuelo fugaz de una Perdicera nos hace tirarnos del coche como locos.
Continuamos y nos vamos hacia la Sierrezuela. El día tan nublado evita que nos paremos en lo alto y podamos maravillarnos del paisaje de Sierra y Campiña.
Decidimos ir a la Ventilla de Villafranca y cual es nuestra sorpresa cuando el día se abre y podemos disfrutar de todo un espectáculo de luz como el que os dejo en la siguientes fotos.
Cerro Gomero y el embalse del Navallana 
Buen final para una magnífica salida de campo con tres buenos amigos.
Saludos, Ivan.
